Con la ayuda y bendición del Todopoderoso, los aquí firmantes,
hijos de la fe monoteísta del Patriarca Abraham, judíos y
musulmanes, residentes en la República Argentina, país de amor al
prójimo y convivencia armónica entre los diversos credos y
culturas, conformamos la “Confraternidad Judeo-musulmana”.
La Confraternidad Judeo-musulmana tendrá por finalidad promover
el diálogo y conocimiento del acervo cultural, religioso y vivencial,
de ambas civilizaciones milenarias.
La Confraternidad invita al estudio compartido y profundización de
los elementos comunes y diferenciadores entre ambas
concepciones religiosas. El estudio de los textos clásicos, modernos
y las diversas corrientes exegéticas.
La Confraternidad promoverá proyectos de difusión, artículos,
libros, programas de Radio y TV, podcast, y en todos los formatos
digitales que expongan la riqueza de ambos credos y sus múltiples
interacciones a través de la historia.
La Confraternidad pretende el establecimiento de lazos personales
afectivos, de confianza y colaboración entre sus miembros en el
país, la región y el mundo.
La Confraternidad desarrollará seminarios y viajes conjuntos de
estudio, trabajo social y vivencias compartidas. Buscará
especialmente conformar grupos que visiten y conozcan los centros
espirituales, líderes religiosos y culturales de ambas religiones.
La Confraternidad tiene como eje central de su tarea la promoción
del diálogo por la paz y el amor, entre los hombres. Pone en el
centro el valor y la santidad de la vida de cada ser humano como
expresión y manifestación de la Divinidad en la tierra. Entiende
como un pilar fundamental de ambas religiones la enseñanza
Talmúdica y Coránica de que “quien salva una vida, salva a toda la
humanidad y quien destruye una vida destruye a toda la
humanidad”.
La Confraternidad es integrada por miembros de ambos credos a
título personal y más allá de la pertenencia y participación o no de
los mismos en tareas comunitarias en instituciones de sus
comunidades.
La Confraternidad es un marco amplio, e inclusivo, sin adscripción
partidaria ni política de ninguna especie. Se mantendrá al margen
de toda disputa o controversia en ese ámbito, lo mismo que en las
tensiones que hacen a lo intra-religioso e inter-religioso. Todos los
miembros son bienvenidos a nuestra entidad e invitados a dejar sus
diferencias y convicciones particulares fuera de esta organización
que responde exclusivamente a los fines enunciados aquí
explícitamente.
La Confraternidad podrá advertir en primera instancia a cualquier
miembro que atente contra los enunciados y objetivos de la misma
y de persistir se someterá a votación de sus miembros la potencial
expulsión de este miembro.
La Confraternidad recuerda que el Rabino y el Imám son maestros
de los textos clásicos, la ley y su observancia, pero no tienen
ninguna diferencia eclesiástica con el resto de los miembros de sus
congregaciones. El liderazgo y respeto por los mismos se los otorga
su congregación a partir de su ejemplo de vida y sabiduría.
La Confraternidad respeta la observancia religiosa particular de sus
integrantes de acuerdo a su propia experiencia religiosa y momento
existencial.
La Confraternidad rechaza incorporar conflictos intra o extra
religiosos o/y geopolíticos de otras regiones del mundo a nuestra
entidad, e invitará permanentemente al diálogo por la paz para
resolver las discrepancias de todo orden.
La Confraternidad promoverá los vínculos con instituciones
religiosas, académicas, políticas y del tercer sector, de todo el
espectro de la sociedad y de otras religiones, a fin de desarrollar
iniciativas que promuevan valores y acciones compartidas.
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Por mayor información, no dude en contactarnos.
confraternidadjm@gmail.com